Para un correcto tratamiento de la persona con disfagia, es imprescindible adaptar la textura y el volumen de los alimentos líquidos y/o sólidos a la capacidad de deglución que presenta la persona de una manera segura y eficaz.
La adaptación de texturas de alimentos y bebidas es utilizada de forma común como una medida eficaz para tratar la disfagia.
Al aumentar la viscosidad del alimento o bebida se aumenta el tiempo de tránsito hacia la encrucijada digestivo-respiratoria y la persona tiene más tiempo para prepararse para la deglución, además de esta forma se facilita el control del alimento o bebida en la boca.
El espesante le será de mucha utilidad para la adaptación de múltiples recetas a las texturas recomendadas, lo que le permitirá seguir una dieta lo más atractiva y variada posible.
Siga siempre las recomendaciones de su profesional sanitario y no deje de acudir a él en caso de dudas o consultas.
Es importante que conozca que la amilasa salival afecta a la consistencia del alimento en la boca, por eso el uso de un espesante resistente a la amilasa asegurará que traga el alimento en la viscosidad que es segura para usted. Existen espesantes comerciales que:
La etiqueta de los espesantes incluye una guía de cuántos cacitos son necesarios para un correcto espesor de los alimentos y las bebidas que se vayan a ingerir.
Instrucciones generales de uso del espesante:
Añada la cantidad recomendada de espesante en un recipiente.
Verter el líquido y remover con un tenedor durante 15-30 segundos.
Dejar reposar durante un minuto o hasta que se haya conseguido la consistencia deseada.
Remover suavemente durante 5 segundos y servir.
Si existen dudas de cómo usar el producto consulte con un especialista.
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